Valores Morales

La codicia es un afan fuera de control de adquirir y atesorar  riquezas sin importar a quien lastima. La verdadera riqueza tiene que  ver con nuestra relación con Dios.

Hay personas que solo perdonan de palabras pero su corazón está  endurecido. El perdón genuino libra de cargas innecesarias y trae gozo.  Los que aprenden a perdonar de corazón son llamados sabios y prudentes.

La paciencia no es un lujo sino una necesidad en la vida del cristiano.  Ella es parte del Fruto del Espíritu Santo. Los que no cultivan la  paciencia jamas se apoderan, de la vida  <<extraordinaria>>que Dios ofrece.

Hay amigos que solo son conocidos y hay amigos que son como hermanos.  Jesucristo es el mejor amigo que podemos tener. Él dijo: Los llamo  amigos, porque les he contado todo lo que me enseñó mi padre (ver Juan  15:14-16).

El dominio propio proviene del Espíritu Santo. ¡Es una semilla! Si la  cuidamos crecerá dentro de nosotros y nos fortalecerá. Los que cultivan  el dominio propio, crecen en el conocimiento de Dios, y se apoderan del  premio (ver 2 Pedro 1:5-8).

Ante Dios los humildes tiene gran valor. La Biblia revela que Dios se  opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes. La  realidad es que Dios levanta a los humildes, pero humilla a los  malvados. Él usa gente humildes para hacer cosas extraordinarias.

La obediencia a Dios trae gozo y victoria. Jesús nos llama amigos si  obedecemos lo que nos manda. La obediencia, a la Biblia, nos permite  demostrar nuestro amor hacia Dios.

La mentira cancela las bendiciones que proviene de Dios. Las mentiras  nos alejan de lo bueno y nos acerca a lo malo. La mentira nos cierra  las puertas a la felicidad, en cambio la verdad nos abre las puertas a  la vida abundante.

La Biblia nos invita a mezclar nuestra fe con virtud, entendimiento,  dominio propio, constancia, devoción a Dios, afecto fraternal y amor. Si  estas cualidades abundan en el cristiano, los tales serán llamados,  sabios y prudentes.